
Durante décadas, los coches americanos fueron sinónimo de poder, libertad y diseño audaz. Hoy, ese espíritu regresa con más fuerza que nunca. Modelos icónicos como el Chevrolet Corvette, el Ford Mustang o el Dodge Challenger están viviendo una segunda juventud, impulsados por el creciente interés en la restauración, personalización y coleccionismo de vehículos clásicos.
En los últimos años, el mercado europeo ha visto un auge en la importación y restauración de estos automóviles. Lo que antes era un capricho reservado a unos pocos, hoy se ha convertido en una tendencia consolidada entre amantes del motor que buscan autenticidad y exclusividad.