Los coches clásicos americanos viven una nueva edad dorada. Lo que hace unos años era un nicho reservado a coleccionistas apasionados, hoy se ha convertido en una tendencia global que mezcla nostalgia, diseño y cultura del motor. Desde los muscle cars de los años 60 hasta los pickup vintage restaurados, estos vehículos vuelven a ocupar un lugar de honor en ferias, concentraciones y carreteras de todo el mundo.

Su encanto reside en esa combinación única de potencia bruta y estética atemporal. El rugido de un V8, el brillo del cromo y las curvas musculosas evocan una época en la que conducir era una declaración de libertad. Marcas icónicas como Ford, Chevrolet, Dodge o Pontiac continúan despertando admiración entre generaciones que no vivieron su auge, pero que reconocen en ellos el espíritu rebelde y auténtico del “American Dream”.

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